viernes, 9 de junio de 2017

Sobre "Escuela o barbarie" (II)

 

Escuela o barbarie. Entre el neoliberalismo salvaje y el delirio de la izquierda

Carlos Fernández Liria / Olga García Fernández / Enrique Galindo Ferrández

Editorial Akal
Colección Pensamiento crítico
Materia Política
ISBN 978-84-460-4401-7
Año edición 2017
 
 
 
 
 
 
ESCUELA O BARBARIE”, un libro imprescindible para entender y reforzar la lucha por la Escuela Pública. (II)
                          Reseña crítica por Eduardo García Rodríguez (Marea Verde Málaga)
                                                                                                               
 “Me parece que esas dos preguntas - ¿qué es la Ilustración?, ¿qué es la Revolución?-, que son las dos formas bajo las cuales Kant ha planteado la cuestión de su propia actualidad, no han dejado de asediar a toda la filosofía moderna o, al menos, a buena parte de ella...” (Michel Foucault: Clase en el Collège de France del 5 de Enero de 1983. El gobierno de si y de los otros, Akal, 2011, pag. 29)

Que no, que no...
que el pensamiento no puede tomar asiento
que el pensamiento es estar siempre de paso,
de paso, de paso... de paso.
(Luis Eduardo Aute: De Paso)

Desde la Filosofía: para no “dejar de pensar”.

En “Escuela o barbarie” hay una defensa del papel de la Filosofía en la enseñanza que va más allá de la simple reivindicación de la presencia de la asignatura de Filosofía en los planes de estudio. Hay a mi juicio algo mucho más importante.  Uno de los  aspectos más relevantes del libro es que está escrito desde la Filosofía y supone en sí mismo una cierta práctica de la Filosofía. (Véase especialmente el capítulo IX) Se trata no solo de un libro de filósofos, sino un libro de Filosofía. Y ello en un lenguaje riguroso, pero chispeante, divertido incluso, provocador siempre, que escapa a cualquier tentación de academicismo.

El punto de partida es una pulsión crítica frente a todo lo que pugna por destruir la Escuela Pública; crítica en sentido fuerte, en sentido kantiano, construida desde la Filosofía; crítica que apuesta por el republicanismo (no liberal) y la Filosofía de las Luces, un “proyecto político moderno empeñado en poner la sociedad en estado de derecho”, una sociedad en la que, según Hegel, “el hombre se apoyase sobre su cabeza, esto es, sobre el pensamiento y edificase la realidad conforme a la razón” (pag.37) En “Escuela y Barbarie” se retoma y aplica al campo educativo la tesis (expuesta sumariamente en  pag.26) defendida en obras anteriores por uno de los autores, Carlos F. Liria: “Educación para la Ciudadanía” (Akal, 2005) y especialmente “El Orden del Capital” (Akal, 2010), un análisis original e imprescindible del Libro I de El Capital de Marx.

Pero este paso crítico debe también mucho a la filosofía antigua y en especial a Platón. Al arsenal psicopedagógico se opone ante todo el “amor por el conocimiento” y “el amor a aprender” (philomathês: el que ama aprender): “el profesor debe saber captar la atención de los alumnos enseñándoles a amar el conocimiento y para ello no hay otra garantía que su propio amor por el conocimiento” (pag.322). Evocando el concepto de “obstáculo epistemológico” de G. Bachelard  (La formación del espíritu científico) y relacionándolo con el khorismòs griego (Platón, Plotino : separación de lo sensible y lo inteligible), se nos recuerda que “no hay continuidad entre los intereses vitales y los intereses de la razón, sino más bien un abismo… una ruptura con el tejido de creencias, opiniones, prejuicios, tópicos e ideologías que sirven para desenvolverse en la vida” (pag. 317) A partir de ahí, todo opone a la pedagogía y la filosofía: “Allí donde los filósofos han pensado un corte, [los pedagogos] plantean una continuidad…” : para que la escuela esté al servicio de la sociedad (economía), pretenden “que los intereses vitales … sean capaces de despertar el interés por aprender”. Mientras que “la pedagogía razona como si se pudiera despertar el interés científico avivando la opinión”(pag.318), la filosofía nos recuerda que  la distancia (khorismós) objetivante, “el necesario distanciamiento teórico a partir del cual se puede ejercer la crítica”, es “la condición misma del pensar”, lo que hace posible “ la construcción de lo común, del espacio político democrático, que no es coincidencia de opiniones, sino construcción de la libertad y de la igualdad, lo que requiere individuos autónomos que razonen y no idiotas” (pag. 154) De esta forma se cierra el lazo que anuda la filosofía griega y la Ilustración.

Ahora bien, en “Escuela o Barbarie” la defensa de la Escuela Pública está fundada y retoma el proyecto de la Ilustración (y el Estado Republicano, el Estado de Derecho)  pero teniendo claro que se trata de un  proyecto abortado (la Revolución Francesa como inacabada) por la llegada al poder (la “contrarevolución”) de la burguesía. (“El experimento del estado moderno fracasó o, más bien, fue interrumpido y malversado por el triunfo histórico del capitalismo” pag. 70). Se  entiende así la crítica a la (contra) revolución psicopedagógica: la pedagogización formaría parte de los dispositivos gubernamentales antilustrados, antirepublicanos y privatizadores mediante los cuales la burguesía (las élites, la oligarquía financiera...) sigue torciendo el rumbo de la modernidad ilustrada.

Si esta tesis puede ser problemática y discutible en sí misma, su empleo por los autores muestra una enorme capacidad como herramienta crítica, lo que es un tanto a su favor. Destacaría algunas temáticas planteadas gracias a esa posición filosófica:

-        La cuestión del “derecho de las familias” a imponer un credo a sus hijos: frente a esto lo que debe prevalecer es el derecho del estado a limitar el poder de las familias sobre los hijos como elemento emancipador: “la enseñanza pública se inventó para poner a los niños a salvo de la ideología de los padres” (pag. 367)
-        La defensa de la instrucción (enseñanza) frente a la educación a la que se dedica todo un parágrafo (pag 134 y sgs).
- La defensa de la libertad de cátedra y del funcionariado como características propias de una escuela verdaderamente pública.
-        La identificación y denuncia de las consecuencias políticas y sociales del dispositivo psicopedagógico allí donde suele esconderse mejor: detrás del progresismo y las buenas intenciones “izquierdistas”.
Me parece especialmente relevante (por necesario) el capítulo X dedicado a la crítica de los Programas educativos y especialmente el  de Podemos, dada la cercanía de los autores con la formación morada. Aunque no parece probable, sería muy deseable que esta crítica no cayera en saco roto y quienes deben (re)hacer el programa de Podemos ( Unidos o no) tomaran buena nota e hicieran suya, mas que las propuestas concretas que se insinúan (“programa Finlandia”, para variar), la perspectiva crítica que se adopta en el libro. En este sentido, me parece que, frente al conocido “Documento de bases” del Foro de Sevilla, magníficamente criticado en el libro, es mucho más interesante la Carta por la Educación de Mareas por la Educación Pública , un documento en permanente proceso de elaboración colectiva, tras cuatro años de trabajo y al que tanto Olga como Enrique han contribuido de manera muy relevante. 

Finalmente, y creo que también gracias a ese enfoque desde la Filosofía,  es posible llevar la crítica al neoliberalismo mucho más allá de la crítica a la que estamos habituados de la mercantilización (endógena y exógena) para apuntar a la privatización en su sentido fuerte: como lo que destruye lo público no solo a través de las políticas económicas, sino sobre todo mediante la producción de los sujetos sometidos y explotados, producción de un “nuevo sujeto humano”, imponiendo no solo una ideología sino una nueva racionalidad. Añadiría que de esta forma, aunque a los autores no les haga mucha gracia, prosiguen la senda abierta por Foucault ...En efecto, creo que Foucault está muy presente en el libro, aunque solo sea a través de las citas de la Psicopolítica de Byung-Chun Han y de “La nueva razón del mundo” (Gedisa, 2013) de Cristian Laval y Pierre Cortot, la primera obra citada en “Escuela o Barbarie” (pag.8) y claramente inspirada en las Clases de Foucault en el Collège de France del año 1979 (publicadas como “Nacimiento de la biopolítica”,Akal, 2009), trabajo que prosiguen en su último libro (La pesadilla que no acaba nunca. Gedisa, 2017)

                                                                                                                                   (Continuará) 
OS RECORDAMOS QUE SI NADA LO IMPIDE ....


ACTO DE PRESENTACIÓN Y DEBATE SOBRE EL LIBRO
 "ESCUELA O BARBARIE"    
9 de Septiembre  
(hora a concretar) 
Lugar: sede de CGT, Madre de Dios, 23


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